Yo estaba allí, con otra. Y de repente
reconocí el espejo,
aquel espejo que una tarde ausente
pareció florecer con tu reflejo.
Y renació en mi olvido
tu perfume de rosas verdaderas;
y fue como si no te hubieras ido
o como si volvieras...
Si, eras tu como fuiste,
aquella tarde lenta y sin regreso;
eras tu con tu beso casi triste
que casi no era beso...
Y, tal vez , lo que guarde
como recuerdo de lo que no digo,
no sera otra mujer que ame otra tarde,
sino otra tarde que pase contigo...